Cada 24 de mayo, millones de católicos en todo el mundo celebran con fervor la Coronación de la Virgen María Auxiliadora, un evento que se remonta a la promesa del Papa Pío VII en 1814. Este día se ha convertido en un pilar de la fe para los seguidores de María Auxiliadora, conocida por su intercesión y auxilio en momentos difíciles.
La historia de esta festividad está ligada estrechamente al legado de San Juan Bosco, quien popularizó la devoción hacia María Auxiliadora entre los salesianos y más allá. Esta devoción, que comenzó a ganar fuerza a partir de 1860, se enraíza en la creencia de que María, coronada por Cristo en el cielo, brinda su auxilio maternal a toda la humanidad.
Los elementos simbólicos de la celebración son diversos y significativos. La corona de María Auxiliadora, adornada con doce estrellas que representan las virtudes marianas, es venerada con oraciones como el Ave María. Además, el uso de colores como el verde, símbolo de esperanza, y el azul, que evoca su manto y la serenidad, añaden capas de significado espiritual a esta festividad.
La solemnidad de la Coronación de María Auxiliadora no solo honra la figura de la Virgen María como madre y mediadora, sino que también fortalece la fe de los fieles, recordando su papel central en la historia de la Iglesia Católica. Esta celebración no solo es un acto de devoción, sino también un recordatorio de la promesa cumplida por Pío VII tras su liberación, uniendo la historia de la Iglesia con la fe renovada en cada generación.
En resumen, la Coronación de la Virgen María Auxiliadora sigue siendo un faro de esperanza y consuelo para los creyentes, demostrando que la fe y la devoción trascienden el tiempo y el espacio, inspirando a millones a través de los siglos.
Estudiantes:
Haly Alisson Barahona Torres
Jorge Miguel Cervantes Flores
Santiago Daza Morales
Carlos Leonel Mendieta Bernal
Curso: 4to B de Secundaria
Profesor guía: Lisbeth Mendoza Pacheco
